Por una Valorización Integral de Residuos y Subproductos en los Sectores Agrícola y Ganadero
La producción agrícola y ganadera y sus industrias de transformación generan un importante volumen de subproductos y/o residuos que, en su gran mayoría, deben ser aprovechados, creando una cadena de valor con círculo virtuoso, en donde anteriormente no existía. El modelo circular maximiza el uso de materiales con base biológica al final de su vida útil, extrayendo valiosas sustancias bioquímicas, y haciendo que pasen a otras aplicaciones diferentes en serie, cada vez más básicas, optimizando los procesos y dando continuidad hacia una gestión circular, evitando la extracción de nuevos recursos y minimizando el volumen de residuos, convirtiéndolos en insumos.
El sector agroalimentario demanda la mejora, desarrollo y optimización de tecnologías sostenibles de segregación y recuperación de compuestos orgánicos, tales como proteínas, polifenoles, etc., los cuales están presentes en la biomasa residual resultante de este sector, para su aprovechamiento y formulación de nuevos alimentos funcionales o potencializando la calidad de los existentes.
Por otra parte, los residuos ganaderos, especialmente los purines (orina) y el estiércol, ricos en nutrientes esenciales (nitrógeno, fósforo y potasio), los cuales pueden valorizarse mediante nuevas tecnologías disponibles, convirtiéndolas en materias primas secundarias para la producción de biofertilizantes, con lo cual se puede garantizar la Circularidad eficiente y sostenible de los residuos, evitando así la sobreexplotación de nuevos recursos para la fabricación de fertilizantes inorgánicos.
Otros frentes de trabajo en la gestión integral de los residuos ganaderos enmarcados dentro de la Economía Circular, son:
- El desarrollo y la optimización de procesos para la recuperación de macronutrientes (nitrógeno y fósforo) de purines y estiércol, para su aplicación en áreas que los requieran.
- La evaluación de procesos de producción de biogás a partir de estos residuos encaminados, por un lado, a mejorar la rentabilidad económica de las explotaciones y, por otro, a mitigar la emisión de gases de efecto invernadero del sector, así como la cogeneración de energía con fuentes alternativas y, por ende, disminuyendo el uso de las convencionales.
Valorización de subproductos
En América Latina y en particular en Colombia, se deberían retomar experiencias relacionadas con valorización de productos que ya funcionan en otras latitudes. Por ejemplo, en Europa, cerca de un 33% de los productos destinados a la alimentación humana se convierten en residuos y, para el caso de frutas y verduras, esta cifra asciende al 46%. Esto demuestra que la valorización es un pilar fundamental de la Economía Circular, pero para ello se debe trabajar de manera estructurada y con políticas claras de estado, en varios frentes y con múltiples actores (sector primario, sector secundario de transformación y consumidores finales), redundando esto en beneficios tanto medioambientales como económicos.
Se han adelantado múltiples estudios y la implementación de unidades productivas para la obtención de compuestos a partir de residuos y subproductos del sector agrícola y ganadero, como, por ejemplo, residuos lácteos, vitivinícolas, de frutas y verduras, de subproductos de origen animal no destinados al consumo humano, etc., con el fin de recuperar y/u obtener nuevos productos con propiedades bioactivas y/o tecnológicas con aplicación en la cadena productiva.
Reintroducción como Ingredientes Bioactivos y/o Tecnológicos
Los subproductos de estos sectores son fuente natural de un amplio espectro de biocompuestos (proteínas, fibra soluble, oligosacáridos, fosfolípidos, terpenos, fenoles, etc.) con una gran demanda en otros sectores industriales, tales como el de la alimentación humana y animal, la cosmética o la industria química.
La recuperación y reintroducción de estos biocompuestos en la cadena productiva permite reducir el consumo de materias primas no renovables, minimizar el consumo de agua y energía para su producción, a la vez que se reduce la generación de residuos, contribuyendo a la mejora de la ecosostenibilidad de la industria agroalimentaria. De ahí la importancia de la identificación y cuantificación de biocompuestos de interés generados es estos sectores, para así poder establecer la factibilidad de su reintroducción en la cadena alimentaria. Actualmente, se investiga en nuevos usos para los biocompuestos procedentes de estas fuentes tales como los bioplásticos, los ingredientes para cosmética, farmacia, nutracéutica o industria química, dado su origen natural, su especificidad, su biodegradabilidad o su compostabilidad.
Valorización integral de biomasa agrícola
La importancia de la biomasa agrícola, visto desde el punto de vista social y económico, contribuye a la diversificación energética, a la reducción de la dependencia de fuentes externas de energía convencionales y a la creación de fuentes de trabajo rural. El aprovechamiento de la biomasa residual no sólo ofrece ventajas económicas y ambientales, sino también incentivos especialmente importantes para el entorno rural, tales como la generación de riqueza y empleo relacionadas directamente con el desarrollo local. En este sentido, se está trabajando en varios aspectos relacionados con la valorización integral de diversos tipos de biomasa agrícola, tales como:
- Aprovechamiento energético.
- Innovación y optimización de los procesos implicados en la valorización.
- Obtención de bioproductos de alto valor añadido.
Finalmente, se reitera que para desarrollar todo lo aquí planteado se requiere políticas claras de Estado con los recursos para su implementación y ejecución, así como la participación activa de la Empresa privada y de las comunidades ligadas a estos sectores.
Fuente: https://www.itacyl.es/investigacion-e-innovacion/bioeconomia-agroalimentaria/economia-circular/-/asset_publisher
