La Economía Circular es un enfoque económico que busca minimizar la generación de residuos y maximizar el uso de los recursos naturales, utilizando el concepto de las 9 R´s, inicialmente expuestas por la Fundación Ellen MacArthur, tal como se presenta en la Figura 1.
Figura 1. Las 9 R´s de la Economía Circular
Estas 9 R´s de la Economía Circular se presentan a continuación, según las etapas y/o procesos:
- Etapa de uso y fabricación del Producto final:
- Rechazar
- Rediseñar (o Repensar)
- Reducir
- Extensión de la vida útil del Producto y sus partes:
- Reutilizar
- Reparar
- Restaurar
- Re-Proponer
- Aplicación útil de los materiales:
- Reciclar
- Recuperar
Para el caso específico del sector de alimentos, la Economía Circular tiene como principal objetivo, reducir el desperdicio de alimentos y promover prácticas más sostenibles en la producción, distribución y consumo de alimentos. Una de las principales estrategias de la Economía Circular en el sector de alimentos es la reducción del desperdicio de alimento, lo cual implica la implementación de prácticas y/o procesos de producción más eficientes y el uso de técnicas de conservación de alimentos, no sólo para prolongar su vida útil sino también la implementación de medidas para promover la donación de alimentos en buen estado, así como también el compostaje de los residuos de alimentos, para su posterior aprovechamiento.
Es importante resaltar el hecho de que gran parte de los alimentos producidos y/o colectados y que puedan estar en “mal estado” o próximos a su fecha de vencimiento, podrían ser empleados como reúso para la nutrición animal, bien sea como insumo directo o posterior a un proceso o procedimiento de “acondicionamiento” y/o reformulación.
De igual forma, la Economía Circular en el sector alimentario, además propende por la creación de empleos verdes y la generación de ingresos en comunidades locales, tales como la implementación de sistemas de reciclaje y compostaje que generen empleos en la recolección y en el procesamiento de residuos generados.
Debido a que el sector de producción de alimentos y bebidas es relativamente amplio debido a la diversidad de los productos finales elaborados, las materias primas empleadas y los procesos involucrados en su producción, cada proceso productivo tiene de sus propias características específicas, y de ahí la multiplicidad de estrategias que pueden circunscribirse a lo que se pretende con la Economía Circular en la producción en sector como, por ejemplo:
- Utilizar recursos energéticos de bajo impacto ecológico.
- Reutilizar agua, sin explotar ni contaminar los acuíferos y/o las reservas disponibles.
- Reducir la huella de carbono en el transporte.
- Diseñar el producto para ser distribuido en pequeños lotes, de forma que responda a necesidades muy personalizadas, evitando el desperdicio.
- Implementar sistemas productivos que ayuden a evitar pérdidas de producto durante su proceso de elaboración.
- Practicar el reciclaje como método que mantiene el valor como materia prima de los residuos generados y/o para ser reintroducidos en otra cadena productiva.
- Ajustar la producción al nivel real de la demanda de los clientes.
- Fomentar los sistemas de devolución o retorno.
- Emplear contenedores y/o embalajes que optimicen el material y el espacio en el transporte, que sean reutilizables o reciclables.
Otra estrategia importante a ser tenida en cuenta es la implementación de sistemas alimentarios más sostenibles, que puede incluir la producción de alimentos orgánicos y locales (aprovechando materiales y/o subproductos compostados), el uso de energías renovables en la producción de alimentos y la implementación de prácticas de cultivo regenerativo que ayuden a restaurar los suelos y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Otro aspecto importante a ser tenido en cuenta es el relacionado con la reducción en la ineficiencia o el desperdicio de energía en los procesos de fabricación y mejorar la eficiencia de la línea de producción, lo que resulta esencial para que los productores cumplan, entre otros aspectos, con las normas obligatorias sobre emisiones de gases de efecto invernadero, al igual que la reducción de residuos plásticos, tanto durante las fases de producción y envasado, como en la de distribución.
Los siguientes son unos aspectos clave que deben ser tenidos en cuenta a fin de reducir los desechos de diferente índole son:
- El uso eficiente del agua y la energía a partir de la optimización de los procesos.
- La utilización plena de los recursos agrícolas para el consumo humano.
- Evitar el uso de materiales de envasado desechables, lo que incluye un correcto manejo al final de su vida útil.
- Evitar el desperdicio de alimentos y gestionar adecuadamente los excedentes alimentarios.
Con lo anteriormente expuesto, puede concluirse que la Economía Circular en el sector de producción de alimentos tiene un gran potencial para reducir su desperdicio, promover prácticas sostenibles en la producción y distribución de alimentos, y generar empleos verdes y beneficios económicos en las comunidades locales.
Fuente:
https://corporate.enelx.com/es/question-and-answers/circular-economy-in-food-industry
https://www.jicaradrinks.com/jicara-lifestyle/bebidas-y-economia-circular
“Hacia una Economía Circular: Motivos Económicos para una Transición Acelerada”. Fundación Ellen MacArthur.
