Continuando con lo expuesto en nuestro blog anterior relacionado con la Economía Circular, en el presente se quiere seguir planteando conceptos relacionados con su incidencia en los nuevos modelos de producción.
Para que un modelo de Economía Circular sea considerado exitoso, se hace necesario tener en cuenta y cuantificar aspectos como la eficiencia energética, la huella de carbono generada, el uso del agua en cada etapa de la producción, el mayor aprovechamiento de los recursos, la toxicidad, la volatilidad de los precios, entre otros aspectos, que son necesarios medirlos con el fin de poder controlar y validar sus consumos, como parte fundamental de la Economía Circular. Importante anotar que aspectos como la toxicidad y los impactos ambientales ya tienen sus propias métricas bien establecidas, bien sea por la normatividad ambiental o por temas de salud ocupacional. Por lo tanto, es necesario tener presente que hacer que un producto o una empresa sea más circular, no se circunscribe simplemente a que recicle más, o genere menos desperdicio, o que manufacture algo más duradero, o que se pueda usar con más intensidad, sino que hace relación con todos los aspectos mencionados de manera integral.
Con el propósito de mantener el valor de los materiales, el agua y la energía, así como aumentar la eficiencia en su uso, este modelo prioriza varios aspectos para su operatividad de manera pragmática, los cuales se complementan entre sí. Todo sistema industrial incluye los principios basados en la generación de valor y la colaboración entre los diferentes actores, tales como:
- Modelo de negocio: éstos representan el conjunto de ideas, estrategias y principios bajo las cuales las empresas generan valor. Consisten en el ¿qué?, ¿cómo? y ¿cuánto? para la generación de valor a partir de una propuesta que atienda las necesidades de un sector del mercado.
- Cadena de suministro (o de valor): están expresadas por el conjunto de actores que llevan a cabo el cierre de los diferentes ciclos del producto, tales como: fabricantes, importadores, comercializadores, distribuidores, clientes, recicladores, asociaciones de recicladores, y transformadores los cuales, al actuar de manera coordinada, le dan nueva vida a los materiales y residuos. Estas cadenas de suministro pueden alcanzar a tener varios niveles de proveedores, entrelazados entre sí por transacciones comerciales y el intercambio de materiales, energía, agua, productos, empaques y/o servicios.
- Ciudades sostenibles: Los centros urbanos concentran infraestructura como sistemas de transporte, sistemas de acueducto y alcantarillado, vivienda y centros comerciales. La infraestructura urbana transporta, transforma y entrega para el consumo materiales, productos, agua y energía, y determina la forma de disposición de residuos y aguas residuales, pudiendo integrar ciclos productivos que contribuyen al uso inteligente de productos, materiales, agua y energía a escala ciudad-región.
- Parques Industriales Eco-Eficientes: son espacios en los cuales se ubican diferentes empresas que, al estar conectados a la infraestructura logística (vías, fluviales o puertos), en zonas industriales y no de vivienda, pueden acceder a un régimen tributario favorable (zonas francas).
- Responsabilidad extendida del productor: es el principio por medio del cual los productores mantienen un grado de responsabilidad por todos los impactos ambientales de sus productos a lo largo de su ciclo de vida, desde la extracción de las materias primas, pasando por la producción y hasta la disposición final del producto como residuo en la etapa de posconsumo.
- Consumo sostenible: se define como el conjunto de nuevos patrones de consumo de productos y servicios por parte de individuos, empresas y organizaciones que minimizan los impactos ambientales y sociales asociados, los cuales están determinados por un menor uso de recursos, especialmente materiales, agua y energía, a lo largo del ciclo de vida de los productos o servicios.
Como se percibe, la Economía Circular es un nuevo modelo de producción y consumo que garantiza un crecimiento sostenible en el tiempo, promoviendo la optimización de recursos, la reducción en el consumo de materias primas y el aprovechamiento de los residuos, dándoles una nueva vida para convertirlos en nuevos productos.