El papel se fábrica con las fibras de celulosa que provienen de la madera
Cuando es fibra utilizada por primera vez se llama fibra virgen y cuando a través del reciclaje la recuperamos y se vuelve a utilizar como materia prima para fabricación de papel se denomina fibra reciclada, aunque en realidad se trata de la misma fibra en los diferentes momentos de su ciclo de vida. Para ello, las fibras de celulosa -virgen o reciclada- se mezclan con agua en un equipo, llamado “pulper”, y esta mezcla pasa a la máquina formadora de papel, en la cual la mezcla de agua y fibras es colocada sobre una larga banda que es conducida mediante rodillos, para posteriormente retirar el agua mediante varios procedimientos: por gravedad, vacío, presión y secado, para finalmente obtener una gran hoja de papel que se va enrollando, para formar las bobinas.
Renovabilidad y la Reciclabilidad
Para el caso del sector papelero, la Renovabilidad y la Reciclabilidad combinadas, aúnan la Circularidad natural (materias primas que no se agotan, que se regeneran y se vuelven a plantar) con la Circularidad social e industrial del reciclaje.
La Circularidad está siendo considerada como uno de los pilares fundamentales de la estrategia industrial del Sector Papelero a nivel mundial, el cual se desarrolla no sólo por medio del reciclaje masivo de los productos desechados, sino también considerando además la Circularidad que se produce en las plantaciones renovables de madera como fuente de la celulosa para la elaboración del papel y que constantemente se están replantando y regenerando.
Una circularidad que incluso más allá de las materias primas y del fin de vida útil de algunos productos, se produce también en el ámbito de la fabricación, con la valorización de los residuos del proceso de producción y el uso eficiente del agua. Por las características propias de este sector industrial, la industria del papel es uno de los sectores industriales que permiten una aplicación más directa de los principios de la Economía Circular, ya que la base de la industria es un material biológico.
Del papel se pueden extraer diferentes subproductos y residuos en las etapas del proceso de fabricación del producto final, los cuales pueden ser reintroducidos en nuevos ciclos para obtener el máximo aprovechamiento posible en las diferentes etapas del proceso.
Economía Circular y la descarbonización
Los sectores económicos integrados en la cadena de valor de la celulosa, papel y cartón son conscientes de su potencial para liderar un nuevo modelo basado en la Economía Circular y la descarbonización, lo cual incluye actividades económicas muy variadas y heterogéneas: desde las plantaciones de madera, pasando por la obtención de la celulosa y la elaboración de papel, las industrias fabricantes de productos papeleros (envases y embalajes de cartón corrugado y cartón estucado, bolsas de papel, material de papelería, papel tisú, …), los sectores de la publicidad y marketing directo, impresión y edición, hasta la logística de entrega (servicios postales y de correos), cerrando el ciclo con la recuperación de los residuos de papel y cartón y su retorno a las fábricas papeleras.
Un factor clave de la Circularidad en este segmento de la economía, es la calidad del material recolectado y seleccionado, siendo esencial para el cierre del círculo y se constituye en el nuevo reto de la Economía Circular del papel. Para ello es necesario separar y reducir el nivel de otro tipo de materiales que pueden estar presentes, tales como plásticos, cintas, materia orgánica y textil, que tiene serias consecuencias medioambientales y económicas y que puede dificultar el reciclaje final del material recolectado. Como un primer aspecto a ser considerado, para alcanzar un reciclaje de alta calidad, el papel y cartón debe recogerse de forma separada del resto de residuos, empacando en los recipientes diferentes y debidamente cerrados con bocas o aperturas pequeñas para evitar el depósito de otros residuos que no sean papel y/o cartón.
A nivel de América Latina, diferentes organizaciones de la cadena de la celulosa, papel y cartón han llevado a cabo estudios acerca del impacto de esta cadena de valor, lo cual ha permitido conocer más detalladamente el aporte de esta actividad al conjunto de la economía. En primer lugar, la actividad de la cadena de valor genera una serie de efectos directos sobre el conjunto de la economía y el empleo, ya que las diferentes empresas que integran la cadena, contribuyen directamente a la economía de un país en términos de creación de empleo, inversión, volumen de negocio, generación de rentas y aportes a los ingresos del Estado. Para el caso específico de España, el modelo de recolección selectiva de este tipo de material es un modelo de éxito y un referente en Europa, lo que ha sido posible gracias a la concurrencia de tres factores: un sistema de recolección altamente eficiente, con la implicación de los entes gubernamentales y la colaboración de la ciudadanía, un importante sector de la recuperación y una industria papelera con una gran capacidad de reciclaje que garantiza su introducción a la cadena productiva, conforme a los estándares de calidad europeos.
La cadena realiza además un círculo virtuoso de aprovechamiento sostenible de la materia prima, siendo en algunos casos, hasta cerca del 60 – 70% de la materia prima empleada es pulpa (o fibra) reciclada y un 40 – 30% es pulpa virgen de madera certificada y procedente de aprovechamientos legales.
En resumen:
Para este sector productivo, se habla entonces de una materia prima renovable – la madera – y de todo un ciclo de aprovechamiento a través del reciclaje masivo de los productos papeleros. Cabe anotar que, en este sector industrial, la Circularidad también incluye los aspectos relacionados con el agua, la cual, mediante tratamientos adecuados, es reintroducida en diferentes etapas del proceso de elaboración y/o recuperación de fibra, siendo este un factor clave para la sostenibilidad de este tipo de sector industrial.
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